Madre, mujer hecha dulzura.(*)
Autor:
Freddy Marcial Ramos
I
Gran señor Dios todo poderoso,
Que dotaste de maravillosa condición a la mujer,
Ella que con dulzura y encanto se hace querer,
Pues desde su entraña procrea a su retoño hermoso.
II
Ese su hijo o hija que con profunda ternura la llena de alegría al nacer,
Colmándola de esperanza y sueño grandioso,
Porque aún gastándosele la vida al verlo crecer,
Siente que Dios le ha regalado lo más glorioso.
III
A tan sublime criatura jamás la dejará decaer,
Sacrifica hasta su existencia en lo doloroso,
Para observar, amamantar y orientar a su criatura ayudándola a crecer.
Sin importarle sus defectos lo guía con sentimiento torrentoso.
IV
Perdonándole una y otra vez aunque su conducta
no sea digna de merecer,
Sufre callada el error que pudo cometer,
al tolerar su acto caprichoso,
Los hijos jamás deben abandonar ni maltratar a tan maravilloso ser,
E allí el porqué de celebrar su día con profundo gozo,
Demostrándole con sinceridad que la adoramos o la amamos más allá
de su fallecer.
(*)Poesía dedicada a la mujer como madre procreadora de la humanidad.